diciembre 12, 2018

Revista Caretas

Un Futuro sin Hambre

Organización peruana trabaja para reducir el hambre mediante de la distribución de alimentos con fecha de caducidad. Hasta el momento son 100,000 beneficiados.

En el Perú se reúnen cerca de 2.5 toneladas de alimentos para a una red de 100 organizaciones sociales. Si no fuera por esta ayuda, mucha gente en situación de pobreza y vulnerabilidad pasaría literalmente hambre.

En Aldimi, Abraham (6) usa sus pies para poder expresarse artísticamente.
En Aldimi, Abraham (6) usa sus pies para poder expresarse artísticamente.

En nuestro país existe la Ley 30498 permite la donación de alimentos una deducción del 10% de la renta neta a las empresas.  A partir del 2018, la donación de alimentos podrán deducir hasta el 1.5% de las ventas a las empresas que la producen y el 2019 la donación para estas será obligatoria.

CARETAS hizo un recorrido por algunas de las organizaciones que el Banco de Alimentos (BA) apoya en Lima desde su creación en el 2014.

Uno de ellos es el Albergue de la Divina Misericordia (Aldimi) una casa transitoria, con capacidad para 50 niños con cáncer y que vienen acompañados de sus padres.

Aquí llega desde hace siete años, Eduardo Ruiz Dueñas, un pintor de brocha gorda de Chimbote trayendo a su hijo que logró superar la leucemia. “Cuando me dieron el resultado no sabía dónde ir”, dice con la voz entrecortada. “Aquí nos dan toda la ayuda que necesitamos –alojamiento, comida, hasta pasajes– para poder concentrarnos en el tratamiento de nuestros hijos”. Él a cambio, al igual que otros padres, ayuda con lo que haya que hacer en la casa: limpieza, cocina, etc.

Piñas para el Convento de la Buena Muerte.
Piñas para el Convento de la Buena Muerte.

Con el apoyo que les da el BA “¡hemos conocido la fruta!”, dice con júbilo Isabel Theres, fundadora de Aldimi. Además con los S/ 54,000 que ahora se ahorran en víveres nos “ha permitido dar a los pacientes mejor calidad de vida y eliminar el olor a pobreza”.

El Convento de la Buena Muerte en Barrios Altos recibe a pacientes con VIH Sida y que literalmente no tienen dónde atenderse. Hasta hace algunos meses, este lugar de la congregación de San Camilo solo atendía a varones. Pero ahora “la población con sida ha aumentado” y a sus comedores llegan hombres, mujeres y niños.

“Los cuadros de desnutrición son severos”, asegura Carol Rodríguez. Aquí “lo que se les intenta dar es una mejor calidad de vida” y eso “viene acompañado de una alimentación óptima”.

El camión del Banco de Alimentos también llega a Manchay. Aquí la donación está destinada a alimentar a 1,500 alumnos del colegio Virgen del Rosario, conocido por tener una orquesta sinfónica que se ha presentado en varios escenarios de la capital, entre ellos el Gran Teatro Nacional.

Charly Saldaña creció en un albergue y ahora, como chofer del BA, ayuda a distribuir las donaciones.
Charly Saldaña creció en un albergue y ahora, como chofer del BA, ayuda a distribuir las donaciones.

Otro grupo de beneficiarios son siete comedores en el AA.HH. de Pachacutec. Con los ingredientes que llegan hasta aquí se preparan diariamente 450 raciones y permite que a los niños y a los ancianos se les pueda cobrar S/1 y para cualquier otra persona el precio no pasa los S/3.

Hasta esta loma en Ventanilla, el Banco de Alimentos no solo trae bolsas de menestras, arroz y leche sino que ofrece talleres ahora “la población con sida ha aumentado” y a sus comedores llegan hombres, mujeres y niños.

“Los cuadros de desnutrición son severos”, asegura Carol Rodríguez. Aquí “lo que se les intenta dar es una mejor calidad de vida” y eso “viene acompañado de una alimentación óptima”.

Carol Rodríguez: “Aquí se recibe mucho más de lo que uno da”. A los pacientes además de alimentarlos se les enseña un oficio como la costura.
Carol Rodríguez: “Aquí se recibe mucho más de lo que uno da”. A los pacientes además de alimentarlos se les enseña un oficio como la costura.

El camión del Banco de Alimentos también llega a Manchay. Aquí la donación está destinada a alimentar a 1,500 alumnos del colegio Virgen del Rosario, conocido por tener una orquesta sinfónica que se ha presentado en varios escenarios de la capital, entre ellos el Gran Teatro Nacional.

Otro grupo de beneficiarios son siete comedores en el AA.HH. de Pachacutec. Con los ingredientes que llegan hasta aquí se preparan diariamente 450 raciones y permite que a los niños y a los ancianos se les pueda cobrar S/1 y para cualquier otra persona el precio no pasa los S/3.

 En Pachacútec las madres aprenden a cultivar un huerto y así pronto no dependerán de nadie.
En Pachacútec las madres aprenden a cultivar un huerto y así pronto no dependerán de nadie.

Hasta esta loma en Ventanilla, el Banco de Alimentos no solo trae bolsas de menestras, arroz y leche sino que ofrece talleres de nutrición para las madres que a su vez están siendo guiadas para tener un huerto y así en un futuro no tengan que depender de nadie.

Un poco más allá, sobre el arenal, Miguel Rodríguez fundador del Albergue Sagrada Familia, dice aliviado: “Ya no tenemos que buscárnosla para sobrevivir”. Con la donación que recibe alimenta a 1,300 personas tres veces por semana. Además, gracias al apoyo 30 de sus albergados ya son universitarios.  No por nada para Rodríguez: “Sin una buena alimentación no hay progreso”. (Diana Zileri)

(El próximo 29 de noviembre, el Banco de Alimentos hará una cena benéfica para ayudar a recaudar fondos y seguir con su misión de alimentar a los más necesitados)

http://caretas.pe/sociedad/85069-un_futuro_sin_hambre?fbclid=IwAR0GnVjeP0s-eZpiaGGFsFiBnA5ha-zkYRHRtFMdAaqfn3lBtW50jVoa740

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