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El BAP cumple más de cuatro años de gestión en el Perú.
El Banco de Alimentos Perú (BAP), una organización sin fines de lucro que recolecta productos alimenticios que han perdido su valor comercial, informó que en los cuatro años que tiene en el mercado peruano, ha logrado recuperar más de 5,000 toneladas de alimentos.
Dicha cantidad de productos permitieron beneficiar a más 100 mil personas que viven en una situación de pobreza.
“Sabemos que cada año más de 1,300 millones de toneladas de alimentos que aún pueden ser utilizados, se tiran a la basura o se queman. En el Banco de Alimentos Perú trabajamos para contrarrestar esta situación y así beneficiar a quienes menos tienen», comentó Leslie Pierce, presidente del directorio del BAP.
Dio como ejemplo que solo en el año 2017 se logró recolectar 2,640 toneladas de producto alimenticios valorizados en más de S/ 14 millones.
El directivo detalló que desde que se emitió la Ley 30498, que promueve la donación de los alimentos, las empresas han tenido mayores facilidades para donar productos que pierden su valor comercial evitando que se desperdicien.
“A mediados del 2019 la donación de cualquier sustancia comestible, que no pueda ser comercializada tendrá que ser donada de manera obligatoria. Esto, nos permitirá seguir ayudando a los millones de pobladores que se encuentran en una situación de pobreza y vulnerabilidad.”, añadió.
¿Qué se logra?
Según el informe presentado por la ONU, en el mundo alrededor de 795 millones de personas están subalimentadas en el mundo.
Esta condición se traduce en anemia y desnutrición, males extendidos entre nuestra población, especialmente la infantil cuyo futuro, bajo esas condiciones, se encuentra en riesgo.
Se calcula que el 8% de las emisiones anuales provienen del desperdicio de comida y el BAP contribuye a reducir este porcentaje con las acciones que realiza.
“En el mundo, los alimentos desperdiciados equivalen a US$ 750 millones anuales y al rescatarlos se aporta a la reducción del desperdicio de comida con un triple impacto social, ambiental y económico”, según el BAP.